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Sobrevivir al “blue Monday”

Como todos sabemos, los lunes no suelen ser plato de buen gusto para la mayoría, pero hay un lunes en especial que se lleva la palma, y es el famoso “blue Monday”.

El “blue Monday”, es un término que se utiliza para referirse al tercer lunes de enero, considerado por algunos como el día más triste del año. La idea detrás de este concepto se originó en el 2005, cuando el psicólogo británico, Cliff Arnall, desarrolló una fórmula matemática para calcular el día más deprimente del año. La fórmula incluía factores como el clima, las deudas acumuladas, el tiempo transcurrido desde la navidad, y la falta de motivación.

En el ámbito laboral, el “blue Monday” se ha utilizado como un término para describir un supuesto aumento en la sensación de tristeza o desmotivación entre los empleados durante este día. La vuelta a la rutina laboral, después de las vacaciones navideñas, las deudas acumuladas durante las festividades, el clima invernal, contribuyen a un ambiente menos positivo.

Hace ya tiempo, muchas empresas concienciadas con la salud mental aportan diferentes opciones con la idea de mantener un ambiente de trabajo positivo, saludable, y más productivo a lo largo de todo el año, y así, además, aminorar el impacto “blue Monday”.

Algunas opciones son:

Programas para empleados, donde incluyen sesiones de meditación para una mejor relajación después de un día de trabajo, talleres de manejo del estrés, donde se dan herramientas para sobrellevar los inconvenientes del día a día que puedan surgir, y acceso a recursos psicológicos para llevar un ambiente más estable emocionalmente de todo aquel que lo necesite.

Una adaptación de condiciones laborales, permitiendo horarios flexibles para una mejor conciliación familiar, así como el teletrabajo. También es importante establecer políticas que respalden la desconexión digital fuera del horario laboral para evitar la fatiga y el agotamiento relacionados con el trabajo.

Evaluar y ajustar las cargas laborales para prevenir la sobrecarga y el agotamiento, así como promover la cultura que valore la calidad del trabajo sobre la cantidad.

Recompensar al equipo a lo largo del año de diferentes formas, como dar un apremio económico, dando libre el día de cumpleaños o bien con detalles personalizados como bolsas de viaje, tazas o botellas con una frase motivadora, artículos tecnológicos, productos deportivos….

En resumen, enfrentar el «blue Monday» y mantener un ambiente laboral positivo a lo largo del año implica adoptar estrategias que vayan más allá de ese día específico, abordando la salud mental de manera proactiva, consiguiendo que las empresas no solo beneficien a sus empleados individualmente, sino que también contribuyen a un ambiente laboral más positivo y productivo en general.